
Isaac Asimov es de sobras conocido como escritor. Gran intelectual del siglo XX y autor de una prolífica obra, sobran las palabras para describir su legado.
En esta ocasión, el libro que reseño no es de los habituales. El autor se aleja de la ciencia ficción y del relato histórico para escribir una recopilación de narraciones propias de la novela negra en que un grupo de hombres, los llamados “Viudos Negros” (ninguno es viudo en realidad, solo es el nombre), se reúnen mensualmente en una cena durante la cual resuelven diversos crímenes y misterios. Acompañados del siempre fiel camarero, que resulta ser desde el principio un personaje importantísimo, se adentran sistemáticamente en reflexiones de tipo intelectual que desembocan inequívocamente en la resolución del problema planteado al principio de la historia en cuestión.
No es un tipo de literatura que esperarías de este autor, sino más bien de alguien como Christie o Conan Doyle, pero es una lectura divertida y amena desde el principio. No es una narración de ritmo lento, aunque hay diferencias entre historias, aunque tampoco trepidante. El ritmo en su momento me pareció ágil, si bien diferente a otros libros del mismo escritor.
¡Recomendable sin duda si se es lector habitual de novela negra!